Os proponemos un divertido experimento para hacer con los peques: un cohete de agua. Es genial, espectacular y súper adictivo. Para hacerlo tendréis que haceros con estos materiales:
Dos botellas de agua de litro y medio o dos litros
Un tapón de caucho
Un inflador
Una tabla
Un par de bisagras
Un par de tornillos
Una cuerda
Cinta adhesiva de colores
Y por supuesto… Agua.
Lo primero que haremos será preparar nuestro cohete con las botellas de plástico. Para ello, pegaremos las dos botellas por el culo de las mismas y las decoraremos con la cinta adhesiva de colores a nuestro gusto. También podemos hacerle unas aletas con cachos de plástico de otra botella o con un poco de cartón.
Una vez que tengamos listo nuestro cohete, prepararemos la plataforma de lanzamiento con la ayuda de dos bisagras que atornillaremos a la tabla de madera y una pletina de hierro donde irá sujeto el tapón de caucho (previamente al tapón de caucho le habremos hecho un agujero para meter el pitorro del inflador).
Ya estamos listos para el lanzamiento…
Llena un tercio de la botella con agua y tápalo con el tapón de caucho, de forma que nos quedará del revés sobre la tabla de lanzamiento. Para que la botella no se mueva colocaremos dos tornillos de lado a lado en las bisagras y atados con una cuerda. Acciona el inflador y cuando oigas que el agua entra en ebullición tira de la cuerda que sujeta los tornillos. Verás como el cohete sale disparado. Para entenderlo mejor te aconsejo que veas el minivídeo que hemos preparado.
¿Por qué sucede esto?
Al introducir aire dentro de la botella y no poder liberarse, aumenta la presión hasta que ya no puede más y sale por el punto más débil de la botella: el tapón. El agua, al ser más densa que el aire, estará en la parte inferior, impidiendo que el aire salga, por lo que este ejercerá tal presión sobre el agua que la impulsará a chorro haciendo que la botella salga despedida. Este experimento es ideal para explicar a los peques la tercera Ley de Newton o principio de acción y reacción.