Son muy pocas las personas que pueden resistirse a una tarta de queso. En nuestra familia triunfa mucho y además, como es muy fácil de hacer, los peques se lo pasan bomba echando una mano en la cocina.
Como os imagináis pasteles de queso hay muchos, tantos como quesos hay en el mundo, y de diverso tipo, pero a nosotros el que más nos gusta es el que no necesita horno y se parece más a los American cheesecake.
Normalmente, cuando nos metemos a hacer una receta con los peques, me gusta acompañar la elaboración de la misma con alguna historia sobre su origen. Para ello, normalmente acudimos a Google para que nos eche una mano. En esta ocasión, investigamos sobre el origen del pastel de queso y la verdad es que nos ha parecido muy curioso. ¿Sabíais que la tarta de queso formaba parte de la alimentación de los atletas de los juegos Olímpicos en el año 776 a.c? ¿O qué la primera receta fue escrita en el año 230 d.c?
Pero bueno vamos al lío que me imagino que estaréis deseando empezar con la receta.
Ingredientes:
– 1 tarrina de queso Philadelphia
– 2 bricks de nata de 200 ml
– 1 sobre de Agar Agar
– 3 cucharadas de panela
– 1 paquete de Galletas Digestive o integrales
– 1 bote de mermelada de fresa
– Mantequilla
Comenzamos:
1.- Trituramos las galletas.
2.- Derretimos la mantequilla 30 seg en el microondas y la mezclamos con las galletas.
3.- En un molde volcamos las galletas y la mantequilla y lo aplanamos para hacer la base de la tarta. Meter al frigorífico para que se enfríe.
4.- En un cazo ponemos a calentar la nata. Una vez que esté caliente echamos el queso Philadelphia y las 3 cucharadas de panela. Lo removemos todo bien.
5.- Diluímos un sobre de Agar Agar en un poquito de agua y lo echamos a la mezcla. Removerlo todo durante unos 3 ó 4 minutos.
6.- Echar la mezcla sobre la base de galletas. A mí me gusta colarlo por si se nos ha quedado algún grumito.
7.- Dejarlo enfriar y meterlo al frigorífico mínimo 6-8 horas.
8.- Ponerle la mermelada de fresa por encima y unas frambuesas y ya tendréis vuestro pastel de queso listo para comer.
Sencillo, ¿verdad? ¿Y a vosotros que tarta de queso os gusta más?
On Egin!!!
