Cocina con peques

Roscón de Reyes

Creo que no hay persona en el planeta que no haya probado, aunque sea un trocito de Roscón de Reyes. Sin duda este postre se ha convertido en una tradición familiar cada 5 y 6 de enero. Y es que en nuestra casa nos encanta desayunarlo el día de Reyes. Llevábamos años queriendo hacer este rosco en casa y al final, nos hemos animado a hacerlo. Es muy fácil de hacer, aunque los peques tienen que tener paciencia para ver el resultado ya que las horas de fermentación y reposo se hacen un poco largas.

Mientras pasábamos el tiempo hemos aprovechado para investigar un poco la historia del roscón. Nos ha sorprendido el darnos cuenta de que no tiene nada que ver ni con los Reyes Magos, ni con la Navidad. La historia se remonta a la época de los romanos y este dulce se asocia a Las Saturnales, la fiesta que celebraban los esclavos para conmemorar el nacimiento de un nuevo período de luz y el final del duro trabajo en el campo. En el siglo III, se introdujo la tradición de esconder en el roscón un haba seca. Ésta era símbolo de la prosperidad y el esclavo afortunado que la encontraba era nombrado ‘rey de reyes’ durante un tiempo establecido y quedaba libre durante Las Saturnales. Curioso, ¿verdad?

En algunos roscones que se encuentran hoy en día en las tiendas podemos encontrar algunos poemas como este donde se refleja el juego del haba actualmente:

‘He aquí el Roscón de Reyes, tradición de un gran banquete en el cual hay dos sorpresas para los que tengan suerte. En él hay bien ocultas, un haba y una figura; el que lo vaya a cortar hágalo sin travesura. Quien en la boca se encuentre una cosa un tanto dura, a lo peor es el haba, a lo mejor la figura. Si es el haba has encontrado este postre pagarás, mas si ello es la figura, coronado y Rey serás.’

Pero bueno, vamos al grano y a lo que nos interesa: la receta del roscón.

Ingredientes (como para dos roscones medianos):

650 g de harina de fuerza

250 ml de leche tibia

25g de levadura fresca

120 g de azúcar

120 g de mantequilla derretida

2 huevos y 1 yema

10 g de sal

2 y 1/2 cucharadas de agua de azahar

Piel rallada de 1 limón y 1 naranja

Para decorar:

Frutas escarchadas al gusto

Azúcar

1 huevo batido

Una naranja

Figuritas horneables

Al lío:

1.- Mezclar un poco de la leche con 3 cucharadas de haria y la levadura desmenuzada. Lo dejamos reposar unos 20-30 min en un lugar cálido para que fermente.

2.- Pasado ese tiempo, en un bol grande añadimos el resto de la harina y vamos añadiendo poco a poco el resto de ingredientes: azúcar, ralladura de limón y naranja, sal, leche, 2 huevos, azúcar, la masa de arranque que teníamos en otro recipiente fermentando, el agua de azahar y por último la mantequilla o margarina derretida. Removemos hasta que quede una masa homogénea.

3.- Enharinamos un poco la mesa y pasamos a amasar con las manos dando forma de bola a nuestra masa. ¿Os acordáis de cuando hacíamos el pan?. Cuando esté bien amasada la guardamos en un recipiente tapada con un paño húmedo durante 2-3 horas en un lugar cálido y sin corrientes.

4.- Comprobaréis que la masa ha crecido y es el doble de lo que habíamos dejado. La sacamos del recipiente y en una superficie lisa enharinada, la amasamos de nuevo y poco a poco le vamos dando forma a nuestro roscón. Le hacemos un agujero en el centro y ponemos un vaso o algo redondo para evitar que se cierre el círculo cuando crezca. Lo dejamos reposar un par de horas.

5.- Pintamos el roscón con el huevo batido y lo decoramos a nuestro gusto. Si queréis podéis meterle la sorpresa y el haba (o en su defecto una alubia) dentro.

6.- Hornear a 180 grados durante unos 15-20 minutos.

7.- Dejar enfriar y a disfrutar con un chocolate caliente.

Para hacer esta receta nos hemos basado en la de Pequerecetas. Os dejamos el link para que veáis el vídeo del proceso AQUI.

¡Feliz día de Reyes!