Aprovechando que nos fuimos a pasar el fin de semana a Irún (Gipuzkoa) decidimos disfrutar de algunas rutas en familia que nos habían aconsejado por esa zona. Una de ellas estaba en el parque natural Aiako Harria, un increíble espacio verde situado entre Irún y Oiartzun, que alberga las rocas más antiguas de Gipuzkoa.
Nuestra ruta
La ruta comienza en el aparcamiento de Ibarla donde dejamos el coche y cogemos la pista que nos llevará junto a la ferrería de Ola, donde curiosamente también vimos bambús como en la del Pobal. Aquí encontramos un panel informativo con tres rutas a elegir. Es nuestro punto de inicio para descubrir Gipuzkoa con los peques.
Nuestra intención era hacer una sencillita de unos 6 kilómetros, pero la verdad, terminamos haciendo 12,5 km, con un desnivel de 500 metros. ¿Porqué? Pues porque nos encanta hacer ‘extrem’ cuando vamos al monte. ¿Y qué es eso de ‘extrem’?… pues muy sencillo si tenéis una pista de asfalto o un sendero monte a través, elegir siempre la segunda opción. Y si encima, hay que pasar algún río, saltar algún tronco o mancharse las zapatillas de barro aún mejor. Eso es exactamente lo que hicimos en esta ocasión.
Explicar la ruta que hicimos es muy difícil, aún así pudimos disfrutar de toda la belleza que ofrece el Parque Natural Aiako Harria.
Paradas imprescindibles
Durante nuestra excursión hicimos varias paradas que os aconsejamos que hagáis, sobre todo si vais con los más peques. La primera de ella son los hornos de Irugurutzeta. Un lugar con muchísima historia y que constituye la mayor batería de hornos existente en Gipuzkoa y una de las más importantes del País Vasco. Algunos hornos están muy bien conservados e impresionan mucho por su tamaño. Se encuentran a pocos metros del inicio del camino y la pista para llegar a ellos es muy accesible para hacerla con carros o en bicicleta.
La segunda parada es la cascada de Aitzondo, un espectacular salto de agua de unos 140 metros de caída. Para acceder a la base de la cascada tuvimos que pasar junto a las ruinas de un antiguo barracón minero situado junto a la boca de una mina cerrada. Más adelante, también pudimos disfrutar del increíble paisaje con la cascada completa de fondo. Una auténtica gozada.
La tercera parada son los túneles de la zona de Meazuri. Una consecución de pasadizos bajo la roca en la que los peques se lo pasarán en grande.
En definitiva, una excursión en familia 100 por 100 aconsejable con muchos ingredientes (ríos, cascadas, valles, túneles, bosques de hayas…) para hacer que el día sea inolvidable.
¿Te animas a visitar este increíble paraje? ¡Descubre Gipuzkoa en familia!