Por fin hemos podido visitar la Ferreria de El Pobal. Y es que hacía tiempo que estábamos detrás de hacer este plan en familia. Tanto por su valor patrimonial como por su entorno, esta excursión merece mucho la pena.
La Ferrería de El Pobal se encuentra en Muskiz (Bizkaia), un museo que atesora en su interior una auténtica joya de uno de los vestigios industriales más valiosos de toda Bizkaia.
Comenzamos en el parking que se encuentra en la parte superior junto a la carretera y desde ahí tenemos un camino muy bien indicado para bajar a la Ferrería. Pero ¡sorpresa!, antes de llegar al edificio, lo primero que vemos es un espectacular bosque de bambús. Un genial y sorprendente laberinto para perderse, corretear e incluso trepar… Junto a él se encuentra el río Barbadún, que le da a la ferrería la energía necesaria para ponerla en marcha. Imposible resistirse a tocar las cristalinas aguas o pasar de piedra a piedra ante la presa. Como fuimos en otoño nos quedamos con las ganas de pegarnos un buen chapuzón en el río…
Tras jugar un buen rato entre los bambús, entramos en la ferrería. Los peques alucinaron con las explicaciones de la guía y con la fuerza del agua moviendo las maquinarias del molino y la ferrería.
Nosotros hicimos la visita un sábado porque ese es el día en que el herrero pone en marcha los hornos para ofrecer una mini demostración de como se forja el hierro. La pena es que con el Covid esta es muy cortita, pero no por ello deja de ser espectacular y muy muy interesante.
Los niños hasta doce años tienen la entrada gratuita y los mayores pagamos 3,5 euros con la demostración incluida.
Una vez finalizada la visita, tenéis la opción de hacer la vía verde que va hasta el pueblo de Muskiz y visitar el castillo de Muñatones o coger el coche y hacer la ruta desde Pobeña a Kovaron. Sea cual sea vuestra opción seguro que pasáis un día genial en familia por Bizkaia.
