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¿Influye en los niños la cantidad de regalos que reciben?

Conoce el Síndrome del niño hiperregalado

Tengo en mi cabeza una imagen de unas Navidades donde Olentzero trajo unos cuatro sacos enormes llenos de regalos para los cuatro niños que estaban en ese momento en mi casa (mis hijos y mis sobrinos). Los peques abrían y abrían paquetes y los juguetes volaban y volaban por todas las esquinas. El resultado de toda aquella felicidad inicial quedó resumido en que los peques solo apreciaron uno de los juguetes y los papeles de envoltorios, con los que jugaron a hacerse casas, camas o autoenvolverse. Muchos de los familiares allí presentes, además, te decían ‘pues ya ves tanto dinero gastado para nada’ y la verdad es que si. Yo creo que en la sociedad consumista de hoy en día el hiperregalar está a la orden del día. Tanto si es Navidad como su cumpleaños o cualquier fecha especial, los niños reciben más regalos de los que debieran o de los que son capaces de asimilar. ¿Pero realmente somos conscientes de en qué consiste y las consecuencias que supone?

Las consecuencias de la avalancha de regalos

El síndrome del niño hiperregalado define la tendencia a compensar con regalos el tiempo que los padres y madres no pasan con sus hijos. Aunque muchas veces es una consecuencia de la sociedad consumista donde vivimos. Concebir un árbol de Navidad sin regalos o un niño en su cumpleaños sin una montaña de ellos es imposible. Esto provoca que los niños no aprecien los juguetes que reciben, pierdan la ilusión, y se vuelvan caprichosos, egoístas y consumistas. Además, el niño puede creer que tendrá todo lo que quiera con tan solo desearlo. Y eso es un problema, porque a largo plazo, cuando estos niños crezcan, puede que desarrollen algunas de estas características: bajo nivel de tolerancia a la frustración, sobreestimulación, pérdida de ilusión…

Consejos para evitar este síndrome

En primer lugar, hay que poner límites a los niños y explicarles de antemano lo que pueden pedir y lo que no para evitar que se decepcionen después. Una forma de hacerlo es valorando los pros y contras de cada regalo, así reforzamos su razonamiento y les enseñamos a establecer prioridades y tomar decisiones. Por ejemplo, en fechas concretas, como la Navidad, se puede ayudar al niño a escribir la carta del Olentzero y los Reyes Mayos.

Por último, Cristina Agud, Psicóloga consultora de Advance Medical, nos aporta estos consejos para cambiar nuestro chip en este aspecto:

-Enseña a tu hijo a valorar lo que tiene.

-Edúcale para que aprenda a dar, no sólo a recibir.

-Promueve que done los juguetes que no usa

-Controla los juguetes de moda, pueden aumentar el consumo innecesario.

-Intenta regalar juguetes no sexistas y habla abiertamente de los estereotipos entre niños y niñas.

-Enséñale a compartir con otros niños y así reforzar sus habilidades sociales

-Regala experiencias y juguetes que la hagan pensar, juegos de mesa, entradas de cine, campamento de verano, parques temáticos, museos, etc.

Es humano y natural que intentemos dar a los niños lo máximo posible, pero si ves a tu hijo reflejado en las características del síndrome del niño hiperregalado, siempre estás a tiempo de modificar las cosas o pedir la ayuda de un especialista, ¿no os parece?