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La regla de los cuatro regalos

Cómo evitar la avalancha de juguetes en Navidad

La Navidad está a la vuelta de la esquina y a pesar de que este año parece que va a ser algo distinta estoy segura de que habrá una cosa que poco cambiará: la visita de Olentzero y los Reyes Magos. Este es el momento preferido de los peques, pero para los padres y madres es una de las situaciones que más nos trae de cabeza ¿o realmente estáis preparados para una nueva avalancha de regalos?

En nuestro caso, vivimos en una casa pequeña y llena de juguetes y el simple hecho de que en menos de un mes ‘estos personajes mágicos’ nos visiten con una nueva remesa de regalos me da escalofríos ¿no os pasa también a vosotros? Además, en la mayoría de los casos no suelen ser pequeños que se diga. Los txikaletos tienen una tía, por ejemplo, que siempre tira para el ‘ande o no ande caballo grande’, así que os podéis imaginar el resultado, y mis temores (jajaja).

Este año me he propuesto luchar contra esta tendencia consumista y evitar (o al menos intentarlo) este empacho de regalos y organizarlos de manera ‘diferente’. Para ello, he acudido a internet y he encontrado varios artículos interesantes que hablan sobre este tema. Uno de ellos es ‘la regla de los cuatro regalos’.

En qué consiste la regla de los cuatro regalos de Navidad
Esta regla consisten en dar al niño solo cuatro regalos. Sí, habéis leído bien, cuatro, ni ocho, ni diez ni doce. Cuatro. Cuatro es la cantidad de regalos que recomiendan los expertos para los niños en Navidad. Según numerosos estudios el 80% de los niños reciben cinco o más regalos durante estas fiestas y la mayoría de ellos obtienen 10 veces más regalos de los que realmente necesitan. ¿El resultado? Niños hiperregalados e hiperestimulados.

El propósito de la regla de los cuatro regalos es el de apostar por la calidad en los regalos navideños frente a la cantidad, un auténtico desafío cuando se trata de niños y según que familiares. Por un lado, los peques sienten un afán desenfrenado por tenerlo todo. Pero… ¿realmente disfrutan cada vez que reciben una avalancha de juguetes? ¿Realmente valoran cada regalo? Yo creo que no. ¿No os ha pasado alguna vez que tras abrir un montón de paquetes, los peques se quedan jugando con la caja de cartón donde venía esa muñeca que te ha costado 60 euros y a la que le ha hecho caso solo durante dos minutos?

Por otro lado, entiendo que implementar esta regla no va a ser sencillo ya que hay muchos familiares que no entienden el concepto de que no es necesario regalarle nada al niño o de que cuatro cosas son suficientes. Si sois de los que sufrís este caso, nuestro consejo es que habléis con ellos y que les persuadáis para que lo que se vayan a gastar (si no hay forma de convencerles para que no lo hagan) os lo den en forma de dinero para la hucha de vacaciones o para comprarles ropa a medida que la vayan necesitando.

Pero bueno, si has llegado hasta aquí y has decidido poner en práctica esta regla, debes conocer que los regalos tienen que ser los siguientes:

– Algo que quieran
– Algo que necesiten
– Algo para vestir
– Algo para leer

Algo que quieran
Esta parte es muy sencilla de cumplir, ya que los peques lo quieren todo. Creo que en el catálogo de la tienda de juguetes del barrio no han dejado hueco sin pintar así que creo que lo tenemos fácil. La cosa va a ser elegir el juguete más adecuado.

Algo que necesitan
Este es el regalo que sí o sí vas a comprarles. Nuestro consejo es que esperes a las fechas navideñas para hacerlo y así lo puedan recibir como un regalo. Puede ser una bici, un ordenador, zapatos…

Algo para vestir
Además de la ropa diaria, en este apartado les puedes sorprender con un disfraz de su superheroe favorito o el de princesa o unicornio que tanto les gusta.

Algo para leer
Tenemos un montón de libros en euskera y castellano adaptado para los peques, pero ¿qué os parece hacerles algo especial como un cuento, un poema o una carta personal, creada por vosotros donde les contéis lo especiales que son o cuanto les queréis? Seguro que se les queda grabado en una parte importante de su corazoncito.

Y ahora que ya conoces la regla de los cuatro regalos, ¿te animas a ponerla en práctica?